jueves, 19 de agosto de 2010

"Gruntal"

-"Coge tu bolsa amarilla!"-, "-¿Es que nadie me atiende?". En español nunca se abusa tanto del pronombre personal, -"Coge una bolsa amarilla!"-. Es lo que tiene Ikea;..no está creada por linguistas..., las estanterías se llaman Gruntal..(verde valle, supongo),,
Estoy sola y tengo que cargar mi propia compra desde el principio porque estoy creando mi propio "paraiso", almacenando mis propios recuerdos..y eso siempre ha sido duro,...ya se sabe; no hay gloria sin sufrimiento..Pero los Daneses no son católicos ni judíos...¿entonces?
-"El paraiso existe"-, dice Alberto, que siempre utiliza frases cortas, todas ellas tensadas en el silencio de los puntos suspensivos.Nunca he visto a Alberto, en realidad. Es un agregado de un agregado de mis amigos del Facebook,...pero...creo se ha leido mi Blog,..¡tiene mérito!..pues está ahí, desde hace un año con un solo seguidor  y ni siquiera lo conozco, a Alberto.
Más que un verde valle, Ikea acaba por ser un laberinto sin salida. Bueno, no es que realmente sea un laberinto (Ikea no está hecho por linguistas). La palabra laberinto en sentido clásico siempre implica un juego de inteligencia y, sobre todo, que a alguien le importe que salgas. ¿No?. De algún modo, el parking de Ikea es un laberinto tumoral a lo Lars von Trier, (puede que eso sea el verdadero significado de Gruntal). A cada planta le ha salido un duplicado - en el sentido de simulacro, de copia sin remitir a un primer sentido- en el que se repite el mismo color y la misma letra al mismo nivel; es decir, en la planta "-1", hay dos "-1G" de color rosa y los dos duplicados de "-1G" de color rosa. se encuentran, respectivamente, al lado de un módulo denominado "Area Sur", pero esos módulos de idéntico color rosa, son distintos, es decir no son los mismos, son idénticos pero distintos (en alemán se anticiparon a esto de la globalización y lo diferencian con dos palabras "selbst" y "gleich"). Claro que, ..¡a quién le importa que estés perdida! pues, al fin y al cabo, no todos los compradores de Ikea tienen por qué equivocarse, sólo hay un cincuenta por ciento de posibilidades reales.

Cuando me pierdo siempre rezo a San Antonio, me asaltan dudas. No creo que San Antonio ejerza tu bendición en Ikea, en el módulo "-1-G" rosa, probablemente el mismo San Antonio está perdido en un sitio como este, entonces llamada de móvil de mi hermana (en vista de la situación nos dupicamos en la búsqueda).."el coche ha aparecido en el "-1G" rosa"- me dice, "yo sabía que era rosa, era mi intuición, nunca se me olvidan los colores" contesto, mientras alzo mi mirada hacia la gran letra G de color rosa pintada en la columna, mientras pienso que mi hermana estará en este instante  contemplando el duplicado de la misma letra en la planta superior.

En el camino de vuelta por las circunvalaciones de entrada a Sevilla (también idénticas pero distintas) preferimos ni siquiera comentar la experiencia. No somos felices. Al menos hoy no hemos visto el paraiso.

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